De manera frecuente, los amantes de las historias de detectives se
enfrentan a una actitud de reproche y mofa de los demás cara su afición.
“¿Es esto literatura? ¡Esto no es serio! ¡Es solo matar el tiempo, huir
de la realidad, no leer! " Ciertas personas se avergüenzan de este
pasatiempo, otras han renunciado a manhunter opinión de los demás,
prefiriendo amar lo que aman. Mas los entusiastas del género de
detectives en el arte realmente tienen muchas buenas razones para estar
orgullosos de sí y considerar que su elección no solo no es
insignificante, sino que asimismo es útil.
1. Las historias de
detectives no son extrañas a manhunter "gran literatura" seria, y más
todavía al cine. Las historias de crímenes y sus investigaciones están
en el corazón de muchos de los tradicionales. Y, como saben, los
escritores no se convierten en tradicionales a la vez, y muchos de los
que ahora consideramos como autores “entretenidos” y ligeros
eventualmente ocuparán su lugar en los libros de texto.
2. Es un refrigerador para cerebros
La
literatura policial refleja la necesidad de una persona moderna que
experimenta sobrecargas emocionales enormes, en ocasiones insoportables,
durante un tiempo, de apagar la esfera de los sentimientos, "secarla"
y, en consecuencia, darle reposo. Las verdaderas historias de
detectives, los ejemplos de este género, por lo general, no atormentan
al lector con elecciones morales y no agudizan su estrés. Siempre y en
toda circunstancia sentimos compasión por las víctimas de un crimen
violento, mas el lector de una historia de detectives se aproxima a
manhunter historia de la injusticia y la violencia como una abstracción.
Su mente está ocupada y la esfera de las emociones está en relativa
paz.
Curiosamente, esta experiencia es realmente útil para todos
en relación con sus propios problemas cotidianos. A veces, para
solventarlos, es preciso mirarlos desde fuera, "frío ".Los detectives
famosos asimismo pueden aprender a lidiar con calma en una situación
bastante difícil. Son, por lo general, personajes de ficción, mas su
compostura casi siempre y en todo momento puede ser envidiada, y el
éxito de su trabajo sugiere que una cabeza fría comprende mejor.
3. El mejor inconveniente es irremediable
Cualquier
estrés mental asociado con el entrenamiento del pensamiento lógico es
útil como prevención del envejecimiento cerebral y de las excelentes
enfermedades asociadas a él, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer. La
gimnasia es precisa no solo para nuestros músculos, sino más bien
asimismo para nuestra mente. Cada vez que lee una buena historia de
detectives, el lector entra en competencia con el héroe detective. Busca
desentrañar la confusión de secretos y establecer la verdad ante el
detective. Si tiene éxito, en general se siente infeliz: un detective se
considera bueno si el lector no puede hallar al culpable hasta la
última página. Mas es imposible negarse a crear sus versiones de lo
sucedido. Los maestros detectives involucran hábilmente al lector en la
resolución de un inconveniente desconcertante, incluso si están un paso
por delante.
El género de detectives recibió su merecido por
muchos científicos serios, que no pueden contarse entre las personas de
mente angosta que leen todo tipo de basura debido a su subdesarrollo,
por ejemplo, el biólogo-genetista Timofeev-Resovsky y el académico
Vladimir Vernadsky.
4. Vivir con una lupa en la mano
Los
detectives se fundamentan en la búsqueda de la verdad al conectarse
cuidadosamente en una cadena lógica de pequeñas cosas que un criminal
que desea cubrir sus huellas pasa por alto. El entrenamiento de la
observación al que los grandes detectives se han dedicado continuamente
es imprescindible para cualquiera de nosotros. La capacidad de mirar y
ver, apreciar detalles, de manera frecuente se transforma en un hábito
para un detective aficionado. La agudización de la atención a las
pequeñas cosas de la vida la hace más interesante y completa.
5. Lo mejor de las historias de detectives es que terminan
El
lector de historias de detectives siente con una mayor frecuencia y más
aguda satisfacción con su vida, desprovista de pasiones agudas y
aventuras emocionantes. Se le recuerda continuamente que la dicha es una
vida pacífica y sosegada. La paz y el tedio no son en lo más mínimo
idénticos y, después de haber experimentado una sacudida, leyendo sobre
eventos horribles, una persona está de nuevo persuadida de que la dicha
ya puede consistir en el hecho de que no hay historias de detectives en
su vida real. Aun si una vida mesurada y sosegada no es tan diversa como
en ocasiones nos agradaría que fuera. Bien puede estar decorado con una
agradable velada en casa con su libro de detectives preferido ...
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